viernes, 1 de mayo de 2009

Encuentro con el rock de El Salvador


Nota escrita por Wilmer Merino y publicada en la La Prensa Grafica.

Martes 28 de Abril, 2009.

La banda de rock nacional Ayutush ofreció un concierto el pasado sábado por la noche en La Luna Casa y Arte, junto a El Ático y Los Rosty, grupo sonsonateco que protagonizó un emotivo reencuentro con sus clásicos temas.

La misma energía en el escenario, las mismas ganas de roquear, “los mismos cuatro tocando en el mismo lugar”, como dice la canción de Los Rosty. Lo había presagiado Kike Cajal, el vocalista y guitarrista de esa bandasonsosonateca: la noche sería especial porque se reunirían después de tres años de ausencia para volver a la tarima de La Luna Casa y Arte, de San Salvador, el lugar de donde partió la carrera de la mayoría de gruposmusicales juveniles del país.

 

Ocurrió el pasado sábado en la noche. Ayutush, otra banda importante de la escena local, organizó el espectáculo para compartir el protagonismo con El Ático y para incentivar el reencuentro de Los Rosty.

 

“Nos sentimos muy bien de volver a tocar juntos, ensayamos lo necesario y tocaremos como siempre, sin modificaciones en los arreglos, porque la mayoría de gente que viene a vernos quiere escuchar a Los Rosty de siempre”, comentaba Cajal.

 

Adentro, con el lugar relativamente lleno, el público esperaba cómodamente sentado en las pequeñas mesas que rodean el escenario. Varios de los asistentes habían llegado desde Sonsonate; dos de ellos eran César Magaña, ex cantante del desaparecido grupo La Pepa, y Janne Jabcobsen, otra de las voces privilegiadas del movimiento artístico nacional.

 

Antes de que la música comenzó a sonar, algunos recordaron esos intensos festivales de inicios de la década –Guanarock y Salvarock– cargados de violento mosh y en los que destacaron Ayutush y Los Rosty. Ahora, la mayoría prefería observar y disfrutar de manera más tranquila la ejecución de los músicos, pero sobre todo cuando se tiene enfrente el virtuosismo de una banda como El Ático, encargados de iniciar el show.

 

 

 

El Ático es una banda que sabe llevar a su audiencia por un viaje entre la agresividad y lo sutil. Con gran habilidad desarrollaron rolas que varían entre el rock progresivo, el metal y agregaron hasta pinceladas de jazz, entre otros géneros. “Fuga”, “De un color a otro”, “Encuentros paradójicos”, “El tren abeja” y la impresionante “Magnífica magma magnánima” fueron parte de sus temas instrumentales.

 

Luego se anunció la entrada de Los Rosty, el momento más emotivo de la noche. El sonido base de punk, aderezado con otros estilos muy populares en los noventas e inicios de 2000, fue ejecutado de nuevo por Carlos Barrientos, en la guitarra; Francisco “el Gordo Rosty”, en la batería; Boris Vanegas, con el bajo; y Kike Cajal, en la voz y guitarra. “Indiferencia”, “No quiero verte más”, “Igual” y “Revolución” fueron parte del arranque, mientras el público no dejaba de pedir dos de sus clásicos: “Los mismos cuatro y “El genio”.

 

“Hace 13 años tocamos por primera vez en los intramuros del colegio de donde salimos, ahora estamos aquí de nuevo, los mismos cuatro”, expresó Kike para complacer con la popular canción.

 

Al final, “El genio” fue el tema para despedir a los sonsonatecos. La banda entregó toda su energía y le dio pasó a los anfitriones de la noche, Ayutush.

 

Con rolas como “Síndrome”, “Siete” y “Shangái”, Ayutush sorprendió con un sonido evolucionado el cual fue más allá del nu metal que los caracterizaba. Ayutush cerró la noche con muestras de que les queda mucho rock por ofrecer.

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